El odontopediatra se enfrenta a diario con pacientes que presentan diversas patologías bucales, a menudo consecuencia de un mal cuidado dental en edades tempranas. Esto de la mano a que la población pediatrica en algunas ocasiones presenta poca o nula cooperación durante sus revisiones, dificultando su manejo y tratamiento por parte del especialista.

La ansiedad, las malas experiencias previas y las fobias, influyen en cómo los pacientes pediátricos reaccionan a la consulta odontológica. Por esta razón, el uso de la sedación se ha convertido en una herramienta que brinda la posibilidad de un manejo completo y especializado hacia su tratamiento dental. 

El tratamiento odontológico en la infancia a menudo causa recuerdos indeseables y perturbadores provocando agitación y miedo, que en ocasiones pueden llevar a afecciones mas graves como alteraciones en el sueño. Muchos estudios que investigan el período de la infancia reportan diferentes tasas de ansiedad dental aproximadamente entre el 3% y el 43% en todo el mundo. ¿Mucho no? Diversos estudios mencionan la correlación inversa entre la edad y los niveles de ansiedad dental, la cual ha demostrado disminuir entre los 6-7 años de edad.

El objetivo principal  de la sedación es modificar o eliminar un comportamiento de rechazo hacia el Odontólogo y su tratamiento. Ademas busca reducir la aprensión que provoca el ir al dentista evitando una respuesta psicológica negativa hacia el procedimiento, generando así un circulo de confianza entre el odontólogo y el niño. 

Tipos de sedación utilizadas en odontopediatría. Revisión de la literatura. Odous Científica. 2017; 18(2): 60-73